Última lágrima.

Ya no queda más que una lágrima,
pero no quiero derramarla,
Y es que me lastima tu fugaz pasión,
me avergüenza y me llena de confusión.

Si la gota salada, llena de dolor, cae,
con ella también caerá el último vestigio de mi amor por ti.

Quise demostrar una hipócrita inmunidad
De saber qué ficha soy en tu juego,
Ahora sé que en él no soy el primero,
Tu maldito temor me obliga a sentirme
Como el más miserable pordiosero.

Puedes reír, puedes culparme, tú eres libre de pecado
y nunca me pediste que estuviera a tu lado,
Pero lo hice y...
No quiero saber si fui un estúpido,
Que nadie me lo escupa a la cara,
Simplemente... quise arriesgar
y saber que se siente la dicha de enamorar,
Por sólo una vez dejarme llevar por mi corazón y no reprimirlo;
lo dejé ser pero no voy a dejarlo morir.

Trato de entender el por qué de tu cobardía,
pero sólo consigo morder mis labios y llenar mis venas de rabia e impotencia.

Antes de que caiga mi última lágrima,
existe algo que te pediría,
“Se honesta contigo y deja atrás tu melancolía”

Al final del juego al menos podré jactarme
Que en mí no quedo el tratar de dar de más...

Se me acaban las palabras,
no tengo inspiración para continuar;
siento un aguijón que se clava en mi pecho,
es el toque del dolor
que me causa tu dual entrega de amor.

Juro que quisiera odiarte,
Pero no puedo,
Pero lo que si puedo y no quiero...
Es olvidarte.

El llanto está a punto de resbalar por lo rojizo de mis ojos,
Y ahora ya no voy a poner las manos para detenerlo,
Ofréceme las tuyas...