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Wednesday, August 05, 2015

OLVIDAR...

El Corazón no razonaba, se aferraba a aquello que ante los ojos del mundo era frágil, pero se convencía que era verdadero, que era eterno...
No quería aceptarlo, no se resignaba, buscaba mil pretextos para seguir con ese cadáver y, todo mundo sabe que un cadáver APESTA...

Cuando ya no pudo convencerse de amar, ahora el Corazón se dio a la tarea de ODIAR, buscando lastimar, ofender, desangrar...
A final de cuentas no iba a sanar; ojalá hubiera podido ayudarlo, pero, es que, es tan necio este infeliz, y si le digo así no es en manera despectiva, es porque realmente era un corazón infeliz...

¡Ah! ¡Qué sabio eres tiempo!

Todos sabíamos que ya salía con alguien más, el Corazón lo veía a través de su venda ficticia, pero tuvo que descubrirlos en el lugar donde habían consumado tantas y tantas noches de pasión para comenzar a entender... Y luego las palabras... YA... NO... TE... AMO...

El Corazón, ahora sí destrozado, se esparció por un millón de escondrijos, pero... no desapareció...

Luego de unos meses, poco a poco fue reintegrándose...
Volvió a latir...
Una palabra se anidaba en cada célula de su ser:
OLVIDAR.
Ya no puedo amarte, ya no puedo odiarte, pero si puedo olvidarte...